¿Tienes un@ hij@ de menos de 5 años? ¿Alguien te ha dicho que puede sufrir una “convulsión febril” en caso de fiebre elevada? O mejor aún, ¿te han explicado lo que es?

A mi no… por eso quiero explicar mi experiencia, porque no quiero que esto le pase a nadie mas. No deseo que nadie pueda sufrir los peores 5 minutos de su vida como padres, creyendo que su hij@ ha muerto… como los he sufrido yo.

Seguramente si habrás escuchado decir “hay que evitar fiebres altas en los niños, porque pueden sufrir convulsiones”… Pero nunca le has dado importancia… ¿cierto?

Una convulsión febril es un episodio crítico que un@ niñ@ de entre los 6 meses a los 5 años puede sufrir en algún momento de su vida. Se da, o puede darse, entre el 3 al 5% de los casos de fiebres altas o muy altas. Si bien la probabilidad es baja, existe, y puede pasarte, como a mi hija. Luego la probabilidad de réplica es de alrededor de 1/3.

Si os pasa como a mi, no sabréis diferenciar un caso de convulsión con un ahogamiento o, lo peor de todo, con la muerte súbita de tu hijo… ¿Por qué? Básicamente, porque nadie nos lo ha explicado antes!

Mi hija se fue a dormir, con 37.8ºC de fiebre, habiéndose tomado el tratamiento antitérmico que debía. De repente, hizo unos sonidos muy extraños, y fuimos corriendo a ver qué sucedía. Nos encontramos una niña totalmente rígida, e inerte. Muerta. La palabra es fea, pero es la realidad, y como tal, hay que expresarla como lo que es. Nos entró el histerismo en casa, llamamos al 112 y avisamos a los vecinos de nuestra comunidad, reclamando auxilio. Un auxilio que… no llegaba. 

Los peores 5 minutos de nuestras vidas como padres…

Mi hija tardó alrededor de 5 minutos en reaccionar. Los 5 peores minutos de mi vida como padre, en los que, claramente, mi hija estaba muerta: no reaccionaba, ya no estaba rígida, sino que parecía un pobre muñeco, se le iba la cabeza y los ojos hacia atrás en blanco, no se aguantaba de pie… Tras eso, estando en brazos de su aterrorizada madre, surge una gran exhalación, reacción de ojos y gesticulares y, de repente, sueño profundo… Los peores 5 minutos… pero eso ya lo he dicho.

A los 8 minutos llegó el SEM. Parecieron horas! Se la llevaron a una de las ambulancias que vinieron, y le hicieron proceso de reanimación y reconocimiento… Estaba a 39,7ºC, había subido la fiebre 2ºC en menos de media hora! Un pico de fiebre repentino que colapsa el cerebro del pequeño, y le hace “desconectar” de una forma terrorífica (al menos para nosotros lo fue).

“Todo bien, solo ha sido una convulsión febril”, nos dijeron… “Nos la llevamos al hospital para mantenerla en observación pero solo será necesario administrarle los antitérmicos, y ya estará”… Ya estará??? Vaya, qué fácil! Pero si… parece que es el protocolo. No hay duda de que “no es algo peligroso” (eso dicen).

Por si os pasa, ¿qué debemos hacer? (es muy fácil que te lo digan, pero del dicho al hecho…):

• ante todo tranquilidad, no es proceso necesariamente peligroso ni grave (ya ya…)
• recostar al niño, tumbarlo de lado para favorecer la respiración, evitando objetos que puedan perjudicar los momentos de tensión
• esperar que pase cuanto antes, y avisar / acudir al médico posteriormente, para informar y que sea valorada la post-crisis
  • si el tiempo de reacción ha sido superior a los 5 minutos, es obligatorio ir a urgencias en el mismo momento

Fácil, ¿verdad? Me reitero, fácil si te han informado previamente… pero me da que para muchos, como a nosotros, no es ni fue el caso. Nosotros vivimos 5 minutos de extremo pánico que costará olvidar.

Y así es como, por desconocimiento, puedes pasar un muy mal trago. El peor de todos, “sin necesidad” de preocuparse…

Escribo este artículo porque lo hemos pasado tan y tan mal, que creo justo que, aportando mi granito de arena, pueda ayudar a alguien antes de que esto vuelva a pasar. Por favor, si lo crees conveniente, divulga este escrito o bien explícalo a todos los que tengan hijos en esta edad, porque creo que podría ser de gran ayuda…

Bajo mi punto de vista este posible suceso debería informarse a los padres primerizos, y todos los pediatras deberían incluirlo en sus visitas de seguimiento e informativas. Obligatoriamente.

Sin duda alguna, agradecer enormemente la efectividad del SEM 112, Hospital de Sant Joan de Déu, y a toda la gente, incluidos mis estimados vecinos, que nos han ayudado y dado apoyo con este desagradable suceso.

No ha quedado en nada grave, por suerte, pero os aseguro que el mal recuerdo si quedará en mi mente. Y por mucho tiempo…

PD: os dejo el documento que nos entregaron en el hospital cuando fue ingresada, con información sobre lo que es una convulsión febril (tarde).

Documento explicativo que debes tener muy en cuenta

Un saludo!

Jordi